21 de junio, dia del invierno.

Empezó el Invierno! Ya se estaba dejando sentir hace rato, pero hoy oficialmente arranca esta estación. Es la más deprimente de las cuatro; pocas horas de sol, días nublados, lluvia, frío que te congela hasta los huesos. También puedo nombrar resfríos, dolor de garganta, pies re que te helados, cantidad de frazadas, el tiritar de los dientes.
Uno de los mejores descubrimientos es el fuego y uno de los mejores inventos el calefactor, cuando siento que vivo en una cripta y tengo las manos entumecida, la nariz insensibilizada y no me alcanza ni el doble par de medias para mantener el calor.
Igualmente no es todo negativo; es una época donde acreciento mi escritura, mi lectura, enriquezco mis horas con películas, charlas, comidas calóricas y sobre todo muchas pero muchas horas de sueño.
El tema del sueño es tema aparte, porque muchas veces juega en contra a la hora de estudiar y de hacer sociales. En estos meses no se me ocurre salir a bailar o pasar la tarde en una plaza, excepto que el clima sea espléndido y el sol así lo permita. Soy friolenta y a pesar de que me encante abrigarme, no logro soportar esa incomodidad que me generan los escalofríos y el temblequeo constante cuando de repente te asomás a la calle.
Mis infusiones calientes favoritas son las sopitas individuales con queso, el té de frutos rojos, el mate y la leche chocolatada caliente con cereal. Infaltables para atravesar los días que me separan de la hermosa y cálida primavera.
Me prometo no dejar hibernando el blog.


D.

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