Escribir para no Olvidar

Esta mañana mientras me desperezaba en la cama - y pensaba en la cantidad de actividades que tengo que hacer el día de hoy, que incluyen como punto central el estudio - me acordé que hace unos años atrás, yo escribía; una especie de poemas, racontos generales, de todo un poco. Pero en algún momento y por alguna extraña razón, dejé de hacerlo. Y así dejé de lado una de las cosas que más me gustaba hacer, que era expresarme a través de las palabras. No sé si lo hacía bien o mal, pero a mí me gustaba y eso era lo importante.
Creo que para escribir mejor, uno no tiene que perder esa práctica, por más que sea un texto chiquito de tres líneas o haber escrito tres hojas seguidas sin parar, con esa emoción en el pecho que te impide dejar de anotar las ideas que se aparecen en la cabeza, y la mano que escribe no le sigue el ritmo, que parece ir a la velocidad de la luz, haciéndonos escupir palabras que inventan frases.
Quizás cambié la lapicera por un teclado, y el papel por un monitor, pero supongo que la esencia es la misma. Lo que podría autocriticarme es aún no tener un 'anotador escupe ideas' como compañía inseparable, porque en los momentos menos oportunos se me aparecen frases enteras que parecen comunicarse entre sí y lograr lo que quiero decir. Es algo que no debería postergar más, porque estos últimos días han pasado tan fugazmente que me hacen sentir que no me alcanza el tiempo para relatarlos uno y cada uno de ellos; por lo tanto se pierden en mi memoria, que últimamente no es muy fiel. Quiero que estén presentes, para que no queden perdidos en un mar de otros recuerdos inconexos.
Tengo miedo de olvidarme lo importante.




Denisa

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