tardes soleadas

No me gusta encontrarme conmigo misma una tarde de semana, sentada en la cocina, esperando que pase el tiempo, esperando encontrar algo para hacer, pero algo que verdaderamente quiera hacer, ninguna cosa por obligación, como estudiar, o coser, o limpiar. Sólo si es de mi agrado hacerlo, o si de verdad siento ganas, pero sino, no.
Es feo darse cuenta que no puedo salir sola porque, no le encuentro sentido, o quizás, no sé qué hacer, a dónde ir, dónde depositar tantos sentimientos. Me estoy dando cuenta el miedo que tengo a salir, al menos de día.
Y llueve, y tengo que ir a la universidad por charlas de interés general para los alumnos de humanidades, pero tengo un dolor en la boca del estómago que no me aguanto.
Tengo que aprender a calmarme, tranquilizarme y despejarme, pero es tan difícil lograrlo!

Comentarios