y Zapatitos de Taco




Me cuesta levantarme, pero igualmente, después de unos girones por la cama, recorrer mi rostro con la punta de mis dedos y descubrir que mi pelo es un revuelto de cabellos en constante crecimiento, doy un saltito y salgo de la cama. Paso por el baño, hago pis, me lavo las manos, la cara, bostezo sin taparme la boca, y camino unos cuantos pasos hasta la cocina. En realidad no voy para nada, ni siquiera sé por qué fuí hasta ahí, pero veo a través de la ventana que es un día espléndido; me gusta esa palabra porque suena a algo muy hermoso y mágico, no sé.
En mi habitación otra vez, revuelvo toda la ropa, mientras pienso qué atuendo es más acorde para la situación, además de tratar de acomodar la ropa limpia y hacer una parva en la puerta con todo lo de ayer. Pantalón vaquero, cinturón, camisa y medias; las zapatillas en la cocina mientras como copos (cereales) con leche y azúcar, mucha azúcar, que siempre queda en el fondo porque se transforma en una solución saturada, o algo así.
El celular, las llaves y la mochila, me dispongo a salir al centro; logré hacerlo y salir de compras con mi mamá. Es que era muy necesario, porque todo esto de la fiesta de egresados, me tiene hecha toda una señorita. Primero el vestido, que me encanta y es casi perfecto; sólo le faltan unos retoques. Ahora, los zapatos de taco, con brillos y, hermosos.
Salgo felíz del local, con mi regalo; logré el objetivo.



A la tarde despolvorear el arbolito, comprar las lucesitas de navidad, y cumplir con la Entrega De Diplomas de Mati!
Y lo más importante, hacerme tiempo para terminar de una buena vez todos los libros pendientes,
(que dejo siempre para después)



fin del post -

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