NOCHE BUENA O BUENA NOCHE?

Hoy es un día "especial" por todo el tema de las fiestas que poco a poco se va tornando algo cada vez más comercial y se va perdiendo la esencia del festejo en sí.
No nos olvidemos que inicialmente la navidad era por el nacimiento del hijo de dios, cosa rara porque en nuestra cultura se celebra la muerte de los "héroes" o "próceres".
Bueno, la cosa es que todos buscan tirar fuegos artificiales, comer en grandes cantidades, brindar a las 12, tomarse toda la sidra de ananá, frutilla y no se qué invento nuevo hay. La mesa dulce llena de garrapiñadas, turrón, maní con chocolate, torta, tarta, postres por demás (todo lo que se come en invierno) porque acá se hizo un rejunte de tradiciones que llegaron de Europa, bien al norte, donde las culturas festejaban de este modo porque allá es invierno, con la diferencia que acá es verano, y es lo más incoherente un papá noel con traje de la cabeza hasta los pies, tirado por renos voladores y una bolsa con regalos que se va rellenando sola. Va esquivando las cañitas voladoras y toda la pirotecnia que esperemos sea de buena calidad, porque los que están de turno en el hospital y los que apagan incendios, también deberían tener oportunidad de festejar su noche buena que no va a ser nada buena. Sin olvidarme de la policía que de seguro pone el vallado como el año pasado, tratando de controlarlo todo, y espero que no venga la montada porque ahí si que se arma entre caballos, masa de gente, porque obviamente a todos se les ocurre salir a festejar (extraña forma en que todos los seres humanos nos creemos tan originales y sin embargo, somos uno más del resto, y me incluyo eh, de seguro yo también soy muy parecida a vos)
A esta altura, la navidad quedó ahogada en alcohol, olvidada en el fondo de alguna botella y tapada por música estridente que te aturde los oídos.
Nos sobran excusas para festejar, pero nunca viene mal un nuevo invento como empiezan a ser halloween [noche de brujas] incluso san valentín [día de los enamorados] porque claro, lo que importa realmente es festejar y recibir regalos en grandes cantidades.
Porque estamos inmersos en una sociedad totalmente enferma, donde lo que importa es el tener sobre el ser.
Donde nunca podés dormir, ni descansar, nisiquiera distender tu mente u opinar distinto, porque te empiezan a mirar con cara rara o te hacen a un lado. Donde la opinión de los demás es más importante que tu propio pensamiento. La maldita sociedad que tanto asco da, es donde estamos metidos y no podemos escapar, aún cuando intentemos, porque cuanto más tratás de salir, más adentro estás, o al menos estás ahi en el borde, y ahí es donde espero estar yo. Porque no me conformo, y porque me gusta decir lo que pienso, porque los miro a cada uno de ustedes y saco conclusiones alborotadas dentro de mi cabeza, como pequeñas anotaciones para reacomodar después.
Tampoco me quiero olvidar de la depresión que me traen las fiestas, esa angustia existencial, donde no entendés por qué todos están tan felices y de repente todos se adoran o pretenden brindar como familia perfecta y felíz que no es y no va a ser. Detesto que después del brindis, se dejen de escuchar los fuegos artificiales y todos vuelvan a su estado "normal" y ya haya pasado la magia de la noche, o que simplemente el momento tan esperando, se haya ido.
Detesto el sueño, detesto ser más grande y haber perdido esa ilusión del nacimiento en el pesebre, y también detesto que ya no venga papá noel a alegrarme.
Cada año que va pasando, voy sintiendo de manera distinta la navidad, los cumpleaños, las fiestas en sí. Es probable que sea debido a que poco a poco voy creciendo y mi percepción cambia con el paso del tiempo.
Lo único que deseo con todas mis fuerzas es no caer en el conformismo masivo que todos tienen y mucho menos dejar de emocionarme por un abrazo verdadero, de esos que te erizan la piel, esos con los que sentís que rozás el corazón de la otra persona y podés acariciarle la espalda para transmitirle tu energía. Espero nunca perder mis convicciones, mis ideas y recibir cada año, una mejor navidad y recibir al espíritu o fuerza superior (cada uno a su manera)





[nunca voy a perder mis sueños]

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