Matematica, te odio.




Me da bronca. Si. Bronca. Conmigo misma sobre todo, pero también con la profesora, con la matemática en general, que no es más que un dolor de cabeza. Al fin y al cabo ya sé las cosas esenciales que preciso para desenvolverme en la vida. Además, de qué me sirve sacar la raíz cuadrada de un logaritmo y las malditas x que no valen nada, pero a la vez, son las que modifican todo. Definitivamente, éste es mi punto débil, y va a ser así de por vida. No encuentro ninguna razón lógica para resolver problemas que no llegan a nada, más que un papel que decide si aprobás o si tenés que rendir un exámen en diciembre (o marzo).
Y ahora, calladita la boca y a seguir estudiando, con la cabeza fría, prepararme, que todavía quedan otras materias por aprobar.
Además, la de inglés no tuvo mejor idea que dejarnos un pilón de tareas como prueba final, y la de orientación vocacional un trabajo para delirar demasiado.
Y en unas horas rindo Access y no se pospone más!

Comentarios