El principio del fin

Estoy a diez días de comenzar tercer año de polimodal en la escuela Normal Superior Vicente Fatone, en la modalidad de Humanidades y Ciencias Sociales. Justo ahi, al fondo de aquel pasillo olvidado, donde estoy pasando los mejores días del secundario.
Desde la salita verde del jardin, hasta el fin de esta etapa que debe ser una de las más hermosas que nos toca vivir, más allá de todo el sufrimiento e inconvenientes que haya en el camino.
Es extraño y lo va a ser por el resto del año, vamos a ser los más grandes del cole, aunque en realidad por dentro me sienta más chiquita que cualquiera; no precisamente por ser la más pequeña del curso, sino porque se vienen muchos cambios en mi vida, que se que van a ser para bien, pero sigue siendo raro pensar que ya estoy terminando la escuela, que me alejo de toda esa contención, de los compañeros por más molestos que sean, de los recreos, los gritos y horas libres, el equipo a todo volumen, terminar alguna tarea a último momento, alguna que otra macheteada en grupo, las consultas en mitad de la prueba, llegar tarde con sueño, las horas interminables de matemática, sin olvidar educación fisica.
Me van a quedar muchos recuerdos, algunos buenos y otros que preferiría borrar para siempre, por el simple hecho de haber estado en soledad, alejarme del grupo y quedarme en mi.
A todxs nos toca vivir estas cosas, que nos hacen madurar mientras crecemos.
Alguna vez lei algo asi como que cuando deseas algo con todas tus fuerzas, el universo entero conspira para que puedas realizarlo.
Sólo espero que en mi futuro, pueda cumplir todos los sueños que anhelo, que no son tantos, pero que, a veces cuestan más de lo que pensamos.

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